Nuestras emociones conforman nuestro carácter, nuestra forma
de ser y cómo nos perciben los demás.
2. Todo aprendizaje tiene una base emocional.-Platón.
No existe ni un solo momento en nuestro día a día en el que
estemos libres de emociones, aunque no sepamos identificarlas. Todo lo que
aprendemos en nuestra vida está en parte determinado por nuestro estado
emocional de base y lo que se origina.
3. Hay correlación cero entre coeficiente intelectual y
empatía emocianal. Están controlados por diferentes partes del cerebro.-
No hay relación directa entre lo que entendemos por
inteligencia académica y la inteligencia emocional. Una persona puede ser
sumamente inteligente y haber destacado en la escuela pero, sin embargo, no
destacar en su vida.
4. La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas
las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas-
Solo haciendo las mejores preguntas podremos obtener las
mejores respuestas. Esto se determina en base a nuestra conciencia sobre lo que
pensamos, decimos y hacemos de cara a los demás y a nosotros mismos.
5. Quien no comprende una mirada tampoco comprenderá una
larga explicación- Proverbio árabe.
Esta frase es una de las mejores definiciones de empatía que
existen. Debemos de saber que la empatía es uno de los grandes pilares de la
inteligencia emocional. Sentir como se sienten los demás y saber manejarlo es
tan importante como el propio autoconocimiento.
6. Las emociones son contagiosas. Todos lo conocemos por
experiencia. Después de un buen café con un amigo, te sientes bien. Cuando te
toca un recepcionista mal educado en una tienda, te vas sintiéndote mal.
Podemos neutralizar nuestros sentidos pero no podemos ser
capaces de escaparnos a nuestros sentimientos y emociones. Hagamos lo que
hagamos nos sentiremos bien o mal en diferente grado, atendiendo a los
distintos niveles de un mismo continuo de estado.
7. El cerebro emocional responde a un evento más rápidamente
que el cerebro pensante.-Daniel Goleman.
Y eso es porque, como afirmó Blaise Pascal, “el corazón tiene razones que la razón no
entiende”
8. No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes
capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta. -
Sentir y comprender el por qué, el cómo, el dónde, el cuándo
y el qué podemos hacer es la única forma de dirigir nuestras vidas sin el
perjuicio de que las emociones lo hagan por nosotros.
emocional interior
9. Cuida tus propias emociones y nunca las
subestimes.-
Las emociones son potentes armas de fuego que podemos
utilizar a nuestro favor o contra nosotros.
10. Sé consciente de que en este momento estás creando.
Estás creando tu próximo momento basado en lo que sientes y piensas. Eso es lo
que es real.
Efectivamente, nuestra realidad presente se basa en cada
segundo que pasa y se pasea ante nosotros conformando nuestro futuro.
11. Usa el dolor como una piedra en tu camino, no como una
zona para acampar.-Alan Cohen.
Vacía tu interior de ausencias presentes, recoge la piedra y
llévala hasta la próxima estación para que sepa que eres capaz de avanzar
observándola. Por decirlo de una forma, hasta una patada es capaz de empujarnos
hacia adelante.
12. Es muy importante entender que la inteligencia emocional
no es lo opuesto a la inteligencia, no es el triunfo del corazón sobre la
cabeza, es la intersección de ambas.-David Caruso.
Lo cierto es que el corazón nos dice lo que es preciso hacer
pero la razón nos avisa de lo que debemos evitar y nos ayuda a comprendernos.
Que corazón y razón congenien es nuestra mayor aspiración.
13. La diferencia esencial entre emociones y razón es que la
emoción lleva a la acción mientras que la razón lleva a conclusiones.-
Sentir nos ayuda a ponernos en marcha mientras elaboramos
cómo es mejor hacerlo. De ahí que conocernos profundamente en ambos aspectos
favorece que seamos más eficaces a la hora de tomar decisiones y de dirigir
nuestra vida.
14. Como seres humanos, todos queremos ser felices y estar
libres de la desgracia, todos hemos aprendido que la llave de la felicidad es
la paz interna. Los mayores obstáculos para la paz interna son las emociones
perturbadoras como el odio, apego, miedo y suspicacia, mientras que el amor y
la compasión son las fuentes de la paz y la felicidad.-Dalai Lama.
Hay emociones sanas y emociones insanas, emociones que nos
capacitan y emociones que nos incapacitan. Debemos de dar la bienvenida a la
alegría, la tristeza, la sorpresa o el enfado mientras que debemos evitar la
ira, la venganza, el odio o la depresión.
15. La verdadera compasión no significa solo sentir el dolor
de otra persona, sino estar motivado a eliminarlo Nuestro corazón no da cabida a la opción de permitir que
otros se sientan mal, en la medida de lo posible tenemos que intentar evitar
todo el sufrimiento del que seamos conscientes.
1. CONTROLA TUS EMOCIONES NEGATIVAS
"Hoy no voy a poder". Si empezamos el día con esta
idea, es difícil que logramos ascender peldaños en nuestra fortaleza interior,
perdiendo así poco a poco el necesitado escalón de nuestra autoestima. Los
pensamientos negativos revolotean sobre nuestras cabezas muy a menudo como
oscuros cuervos de alas de metal. Asustan, hieren y nos hacen perder el rumbo.
Pensar que no somos buenos para determinadas cosas, que no
vale levantar la voz porque nadie nos escuchará, o que determinada cosa es
mejor olvidarla antes que ilusionarnos en ella, hace que poco a poco nos
vayamos debilitando por dentro. Y no vale la pena. Deja a un lado los
nubarrones y dale la vuelta a esos pensamientos, desafíate a ti mismo, atrévete
a pone un "Sí" donde antes colocabas ese acostumbrado "No".
2. LUCHAR CONTRA EL SENTIMIENTO DE INFERIORIDAD
Sentirte en menores condiciones que otras personas, menos
capaz, o menospreciado, son realidades que pueden llegar a hacernos verdadero
daño. Pero tenlo en cuenta, el sentimiento de inferioridad empieza en la mente
de uno mismo. Si es así como te ves, ese será el reflejo que les mostrarás
también a los demás.
¿Vale la pena? Desde luego que no.
Busca tu orgullo dentro de ti, avivalo, y tómate una buena
cápsula de de fortaleza personal para descubrir que nadie es mejor que tú ni
más capaz. Nadie tiene por qué hacerte sombra ni empequeñecerte. Todos disponemos
de las mismas oportunidades y derechos para ser felices y hacernos nuestro
"hueco" en el mundo. Intenta que el tuyo tenga tu talla, nunca te
introduzcas en un zapato más pequeño o acabarás herido de por vida.
3. MIEDO AL RECHAZO
Es una realidad muy común. Una barrera emocional que impide
a muchas personas llegar a ser felices. Miedo a formar parte de un grupo
social, disponer de amigos, acercarse a esa persona que desearíamos tener como
pareja… miedo continuo a ser rechazados.
Esta sensación puede tener diversos orígenes: una infancia
complicada, falta de vínculos sinceros con nuestra familia, decepciones con
antiguas parejas que nos obligan a decidir el evitar ya nuevas relaciones…
Realidades complejas que nos hacen más vulnerables de lo normal, más frágiles.
Volver a confiar siempre es difícil, pero todos merecemos ser felices, de ahí
que debamos vestirnos con una buena armadura y dejar atrás ese temor a ser
rechazados de nuevo.
4. CONTROLAR LOS CELOS
Esta sensación tan común de sufrir envidias, o de querer
controlar a determinadas personas para que no nos traicionen, tienen siempre
como base una falta de autoestima. Y es otro sentimiento que puede llegar a ser
muy devastador en muchos casos. Creer que no somos valorados, que otras
personas pueden ser mejor que nosotros y quitarnos aquello que deseamos, es un
estado de gran sufrimiento tanto para quien sufre los celos, y también, para
aquellos que les rodean.
Pensemos por ejemplo en esas parejas donde uno de los
miembros es especialmente celoso. Tras ello no hay más que una gran barrera
emocional. Aquella donde uno no ha aprendido a valorarse, donde existe el miedo
y la desconfianza. El temor constante a ser abandonados. Una fragilidad
personal grave que hay que saber afrontar
El sentimiento de celos termina cuando empezamos a
descubrirnos y a valorarnos a nosotros mismos. Confiando también en las
personas que nos rodean.
Recuerda, las barreras emocionales siempre cuesta
poder superarlas. Pero es una carrera de fondo y de resistencia, que solo los
valientes como tú pueden afrontar. Vale la pena.
Relaciones afectivas con las personas altamente sensibles .
Enamorarse, es para muchos un carrusel de nerviosas emociones difíciles de ordenar. Es un caos intenso de felicidad salpicado a veces, de la más insoportable de las tristezas. Una realidad, que puede ser aún más desbordante para las llamadas "personas con alta sensibilidad"
Recordemos, las personas altamente sensible ocupan el 20% de
nuestra población y engloban una serie de particularidades psicológicas y
emocionales, que los diferencian del resto. Su visión del mundo parte desde el
mismo corazón, y aunque muchos lo califican como un "don", en
ocasiones dicha aura, no aporta una auténtica felicidad. Son intuitivos,
creativos, son capaces de percibir las emociones de los demás en todos sus
matices, pero ello provoca a su vez que sean más reactivos, es decir, que se
sienta más afectados y heridos ante determinadas cosas que el resto de
personas.
Las
personas altamente sensibles disfrutan en ocasiones mucho más de su soledad,
prefieren emprender actividades en solitario desde donde apreciar el mundo en
su auténtica realidad. Disponen de su propio ritmó, su propio tiempo muy
diferente al acelerado materialismo del resto, donde no siempre se sienten
integrados. Son observadores, intuitivos, detallistas, autoexigentes y tienen
un umbral más bajo al dolor. Les molestan los sonidos fuertes, e incluso es
habitual ver niños pequeños a los que incluso les provoca dolor determinada
ropa, determinados roces o incluso voces.
Como podemos ver, las personas altamente sensibles,
tienen una visión de la realidad más afinada pero a la vez, este don, este
rasgo de carácter, los hace mucho más vulnerables. En especial en el amor.
Pero también hay que decir que las personas altamente
sensibles se enamoran con facilidad. Su virtud para apreciar a las personas en
todos sus matices, hace que se sientan atraídas de inmediato y llenas de esa
reconfortante energía que es la atracción física y emocional. Pero corren
varios riesgos que hay que tener en cuenta
-Las diferencias de personalidad entre las personas si tú eres una persona altamente sensible,es posible que poco a poco te
des cuenta de que tu pareja, no aprecia las mismas cosas que tú. No llega a la
misma profundidad emocional e intelectual que tú. Ello hará que en ocasiones,
te sientas frustrado/a y que llegues a demandarle determinadas cosas a tu
pareja, que, sencillamente no puede ofrecerte o que no es capaz de ver o
intuir. Suelen ser personalidades tan diferentes que es habitual que aparezca
la desilusión, la incomprensión… Si eres una persona debes tener muy en
cuenta que los demás no puedan quizá satisfacer todos tus matices o estar al
mismo nivel que tú. Y todo ello, deriva a menudo en una gran sufrimiento
afecto, todas nuestras emociones, tiempo y vivencias por la
persona amada… Para las personas altamente sensibles no hay nada más
reconfortante.
Pero hay que protegerse cuidando los límites. Si lo damos
todo a la otra persona perderemos nuestra identidad, y seremos aún más
vulnerables a cualquier desengaño, a cualquier desaire, a cualquier diferencia.
Poco a poco puede aparecer la frustración y el desencanto… dimensiones que,
para una persona con tanta sensibilidad donde prima en especial la
autoexigencia,
puede llegar a ser muy destructivo. Cualquier fracaso o
desilusión es vivida de un modo muy traumático a todos los niveles. Tanto
físico como psíquico, corriendo el riesgo de caer en una depresión.
…
Hay que tenerlo en cuenta. Ser una persona puede
ser una virtud, un don. Pero no deja de ser en realidad un rasgo de
personalidad que requiere de un autoconocimiento, de saber cómo somos, qué nos
hace daño para establecer unos límites dentro de los cuales poder protegernos.
Entiende que el resto de personas no van a sentir lo que tu sientes, que no van
ver lo que tu ves… pero aún así, también serán capaces de amarte y de ofrecerte
esa felicidad que también mereces. Mantén en un buen nivel tu autoestima
disfrutando de quién eres y de cómo eres. Es posible que dicha sensibilidad sea
en ocasiones sinónimo de sufrimiento, pero no siempre es así. A medida que te
comprendas mejor te verás más capaz de sobrevivir en esta realidad que en
ocasiones, no luce con toda la sensibilidad que debería.
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